La mirada de los otros posiblemente también sea la mía.

4.11.05

ciego

Caminando por la calle, de sopetón, se me acerca un niño de unos doce años y me dice: "Creo que hay alguien que necesita ayuda".
Desconcertada miro a mi alrededor y no observo nada anormal, esperaba encontrar a alguien gritando o por el suelo... intento escudriñar mejor y un poco lejos veo a una persona con un perro que va dando vueltas circulares sobre sí mismo y pienso que puede ser ella.
Nos vamos acercando los dos y al llegar más o menos a su altura veo que es una persona ciega que le está dando órdenes a su perro.
Se lo comento al niño que noto por su respuesta que ya sabía que era ciego y lo observo más detenidamente por si realmente la necesita. Estábamos al lado de un instituto y el hombre y el perro se acercaban a la entrada, les iba siguiendo a una pequeña distancia y al final con la duda de si se había equivocado de camino o no le cojo el brazo y se lo pregunto...pero justo en el momento que subía el primer peldaño y se estaba desequilibrando hacia adelante, parecía a punto de caerse... y él me contesta que iba hacia a la puerta.
Que curioso... el hombre en principio no necesitaba ayuda pero la sensación del chico parece que sirvió para que en un momento dónde pudiese haber caído alguna mano lo estuviese agarrando.

1 comentario:

Roberto Iza Valdés dijo...
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