La mirada de los otros posiblemente también sea la mía.

24.11.05

busca el centro


Alguien pregunta a un maestro anciano:
-¿ Cómo haces tú, cuando ayudas a otros?

Muchas veces vienen a verte personas, pidiéndote consejo en asuntos de los que sólo conoces poco.
Pero después se encuentran mejor.

El maestro dice:

-No depende del conocer si uno se para en el camino y no quiere seguir adelante.
Porque el conocimiento busca seguridad donde se pide valor
y libertad donde la verdad ya no le deja elección.
Y así va dando vueltas.
El maestro, sin embargo,
resiste al pretexto y a la apariencia.
Busca el centro, y allí recogido, espera
-como uno que extiende las velas al viento-
por si acaso le alcanza una palabra eficaz.
El otro,
al acercarse a él,
lo encuentra allí donde él mismo tiene que llegar,
y la respuesta es para ambos.
Ambos son oyentes.

1 comentario:

Joselu dijo...

Hermosa idea la de que el maestro y el discípulo ambos son oyentes. Me ha gustado sobre todo aquello de la palabra eficaz. Ayer estuve con un terapeuta. Habló mucho, soltó el rollo, pero ninguna de sus palabra fueron eficaces. Estaban hueras. Eran cáscaras de pensamientos que quizás alguna vez estuvieron colmados de sustancia. Llevaba demasiados años repitiéndolos y ni fui oyente ni él lo fue de mí. El texto no puede ser más apropiado. Un saludo.

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