La mirada de los otros posiblemente también sea la mía.

26.10.05

gaviotas

Había cierta vez una persona, un marinero de profesión, a quien gustaban mucho las gaviotas. Cada mañana iba a nadar en medio del océano, y siempre acudían más de cien gaviotas que se congregaban a su alrededor. Un día su padre le dijo: " Me han dicho que las gaviotas nadan en el mar junto a ti. Me gustaría que atraparas una o dos, para domesticarlas". Al día siguiente el marinero fué a nadar al océano como de costumbre. Pero ¡quién lo hubiera dicho!, las gaviotas se limitaron a revolotear por el aire sin posarse en el agua.
Autor: Lieh Tse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez recogí un gorrió con un ala herida... Mi madre dijo que no lo podíamos poner en una jaula porque se moriría. Como teníamos un gato, tuvimos que tener cuidado al principio... Después se hicieron compañeros. El gorrión se curó, pero nunca se quiso ir por alguna ventana. Estuvo con nosotros hasta que murió... Teníamos también un canario en una jaula..., una de las veces que se quedaron solos, al volver, nos encontramos con solo las plumas del canario... No sabemos cómo, el gato tiró la jaula y consiguió atrapar al pequeño cantor...

Roberto Iza Valdés dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

Datos personales