La mirada de los otros posiblemente también sea la mía.
18.1.06
juzgar
Uno de los monjes de Esceta cometió una falta grave y llamaron al ermitaño más sabio para que pudiera juzgarla.El ermitaño rehusó, pero insistieron tanto que terminó yendo. Llegó allí , cargando en la espalda un balde agujereado, de donde se escurría arena.- Vine a juzgar a mi prójimo - dijo el ermitaño al superior del convento. Mis pecados se están escurriendo detrás mío como la arena se escurre de este balde. Pero como no miro hacia atrás y no me doy cuenta de mis propios pecados, fui llamado para juzgar a mi prójimo!Al escucharlo, los monjes desistieron de aplicar el castigo.
http://www.flickr.com/photos/auntikhaki/5693767/
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2 comentarios:
Qué luz... más íntima.
Estoy en acuerdo contigo.
Me gustó mucho la fotografía y la sensación era preciosa pero no sabía encontrar la palabra...íntima és perfecta.
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