Estaba en la cola de un supermercado esperando para pagar.
Delante mío había un chico alto, de piel negra, bien vestido y bello que compraba una barra de pan.
Era de noche y camino de casa, yo llevaba los walkmans puestos,
y no me enteré de que el chico de la barra de pan me estaba hablando.
Me preguntaba si tenia dos céntimos para el autobús.
Pensé para mis adentros: "...dos céntimos... quizás es una estragegia...no sé..."
Tenia su mano llena de calderilla.
Sin pensarlo mucho miré el monedero y le di poco más de lo que pedía; diez céntimos.
Primero me extrañó que sólo me pidiera dos y pensé, en aquellos momentos, que darle mucho más, un euro o dos de alguna manera tampoco era correcto.
Miré cómo reaccionó: todo fué muy natural, me dió las gracias y se marchó.
Me pareció que realmente sólo necesitaba lo que me estaba pidiendo.
foto obtenida en flickr:http://www.flickr.com/photos/novanto/67860873/
No hay comentarios:
Publicar un comentario