melancolía

Viajando hoy en tren, tenía al otro lado del banco a un hombre marroquí.
Si no lees o hablas o duermes durante el trayecto tienes tiempo para fijarte en los desconocidos compañeros de viaje. Su aspecto era serio y contenido y no se movía nada. Destacaba en su mano una alianza de oro de matrimonio; era simple y bella.
En un momento dado veo que saca algo de su bolsillo; era un sobre de carta amarillo muy manoseado y con unas fotografías dentro.
El empieza a mirarlas.De lejos puedo observar un poco las imágenes; son fotografias bellas, de una boda, posiblemente la suya y de unos amigos con bañador al lado del mar.
Son pocas y seguro las ha visto muchas veces. Las va pasando lentamente, ni se da cuenta que lo estoy observando todo el tiempo, y en cada una se para para mirar y recordar. De la manera como lo hace parece que se transporta realmente al sitio, que vuelve a vivir de nuevo en presente lo que ya es pasado; es tan fuerte su melancolía que hasta a mí me llega.